Lento pero seguro, el blog sigue sumando recetas para compartir. Después de pasar 4 días espléndidos con mi familia en "La Laguna", ex casa de mi abuela donde hoy mi mama y la tia Clara tomaron la posta les comparto una de las comidas que hice al tun tun con lo que había en huerta. Les voy a contar un secreto, este es que a mi las recetas nunca me gustaron mucho! Soy amante de cocinar viendo en el momento que sale de interesante con lo que hay disponible, sea en mi heladera, alacena y en este caso la huerta y granja. Por eso es que una gran parte de este blog se presenta como desafio, no solo tengo que acordarme de lo que hice y como lo hice, sino que tengo que medir, calcular y anotar cantidades! Admito, no siempre logro exactitud en eso, por eso si alguna vez alguna de las recetas sale rara no duden en escribirme! Podría postear recetas que salgan una, dos y porque no tres veces a la perfección, calculadas, testeadas y aprobadas por diferentes comensales, pero creo que perderia parte de lo que para mi es esencial en la cocina y es la espontaneidad. Como todo evento espontáneo no siempre es perfecto y es ahi donde esta su magia!
Era lunes, feriado, estaba gris y lloviznaba. Hace dos días que tenia remojando una mezlca de arroces (mitad integral doble de grano largo y mitad Yamani integral) que eran básicamente lo que había en la casa. Yo había llevado como resto de un arroz de Simona 1/4 de kilo del doble de grano largo. Este arroz es muy apto para su consumo en verano, ya que genera menos calor que el yamaní y menos humedad. El arroz es un cereal muy equilibrado energéticamente dándonos una sensación de plenitud y saciedad, a su vez ordena el elemento "Tierra", en otras palabras nuestro sistema digestivo, y emocionalmente la ansiedad.
Seguimos con la mañana gris, mi hermano Chris se había ido a Mtvd por la noche y estaba volviendo con una pareja de amigos de visita, a almorzar. Entre mi somnolencia matutina, y mis ganas de no hacer nada mi mamá me dice: "Clari no ibas a preparar un risotto con el arroz alguno de estos días?". Parti para la huerta, y coseché básicamente lo que había: morrones verdes y rojos (o mejor dicho tornasolados, todavía no estaban del todo rojos, ni del todo verdes; por si no sabías, el morron rojo y verde son lo mismo solo que el verde es un estado mas inmaduro del rojo!) puerros, cebollas coloradas y blancas, cebollas de verdeo, un repollo blanco, rúcula, lechuga mantecosa y morada, lechuga mostaza, albahaca, tomates cherry y volví para la cocina.
Mientras cortaba y lavaba las verduras vi en la mesada de las especias un frasquito con hongos de pino secos, agarre unos cuantos y los puse en remojo. Mire al otro lado y ahi estaban los huevos de pato en su placarcito que mi abuela hizo especialmente, se los voy a describir porque es fantástico. No tiene mucha ciencia, pero imagínence una estantería chiquita de madera, de 3 estantes y si los mirás por arriba cada uno tiene 8 agujeros para poner un huevo paradito en cada uno (mi abuela le escribía la fecha de recolección en lápiz cosa que quedaba muy simpático) y por el frente una puerta sin vidrio pero con alambre que deja verlos pero los protege de quien sabe qué. Agarré un par y los puse a hervir para la ensalada.
Entonces el risotto con una gran ensalada de hojas verdes y huevos de pato.
Los hojas eran en su mayoría lechugas moradas y mantecosas, rúculas super picantes de una variedad italiana muy oscura y lechuga mostaza. Esta ultima no es muy conocida en Argentina todavía, pero según mis sospechas y las de mi tía, en cualquier momento hacen furor como lo hizo la rúcula años atrás. Es una hoja rizada, verde y violeta, un poco mas firme que una lechuga normal y con un gusto intenso y profundo a mostaza. De sabor y energía picante y caliente, similar pero más fuerte que la rúcula, entra al hígado y lo desintoxica, limpia los pulmones, especialmente cuando tenemos mocos por un resfrio y humecta los intestinos, trabaja sobre el corazón despejando la congestion a nivel del pecho. Es muy buena para casos de sangre estancada y problemas de circulación.
Ojo!: no coman estas hojas si tiene hemorroides o tendencia a tener los ojos rojos, con picazon o molestias!
Receta:
¾
taza de arroz integral grano largo remojados previamente durante la noche
¾ taza de arroz yamani remojado previamente durante la noche
caldo o agua c/n
2 cebollas picada
3 dientes de ajo picado
2 cucharadas de hongos de pino remojados 1/2 hora en agua caliente
½ morrón rojo en cubitos
½ morrón verde en cubitos
2 cebollas de verdeo en rodajitas
1 taza de repollo blanco en finas tiras
5 champiñones al sesgo
½ cdita de canela
1 cdita de curcuma
orégano fresco picado
tomillo picado
romero
perejil
ciboullete
sal y pimienta
1 cuch de nueces tostadas y picadas
gruesas
2 cuch de vinagre de manzanas
En una cacerola calentar una cuch. de
aceite de oliva: agregar cebolla, 2 dientes de ajo y pizca de sal, cocinar unos
minutos y agregar el arroz (sin el agua) y una pequeña porción de morrón picado y los hongos de pino, revolver un
minuto sin que se pegue hasta lograr que el arroz tome una coloracion brillante o nacarada, agregar el vinagre y las especias (no las hierbas!) y después cubrir con
agua o caldo de verduras natural. Revolver y al romper el hervor bajar el fuego y cocinar tapado. Ir agregando agua a medida que fuera
necesario, cuidando cada tanto que no se pegue y revolviendo bien (al revolver golpeamos los granos de arroz unos contra otros logrando que salga el almidon hacia afuera, es ese almidon lo que le va a dar al risotto la consistencia adecuada - pegotosa). Una vez tierno el arroz agregar el resto de
las verduras, cocinar 5 minutos mas y retirar. Agregar todas las hierbas picadas (reservar un poquito para
decorar). Dejar descansar unos minutos
max 5 y servir con hierbas frescas, nueces tostadas y champiñones al sesgo.
Si comen queso pueden servirlo con queso de
cabra rallado por encima.